El ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, anunció que el ingeniero civil en industrias forestales, Rodrigo Sanhueza, asumió como director nacional de la Dirección General de Aguas (DGA).
En la oportunidad, el secretario de Estado indicó que Sanhueza asume en un contexto de crisis hídrica severa, por lo que para responder a las prioridades del gobierno, este organismo cuenta con un rol fundamental para el país.
Para el ministro, “dentro de las prioridades del nuevo director está asegurar el derecho humano al agua, algo que ya está consagrado en el nuevo Código de Aguas. Su implementación no solo requerirá de un esfuerzo mayor, sino también de sentido de urgencia”.
En la misma línea, la autoridad destacó que un segundo gran desafío para el nuevo director será “seguir trabajando en coordinación con otros ministerios, para que podamos implementar una política hídrica nacional, donde los consejos de cuencas y la DGA, tengan un rol crítico para regionalizar la gestión del agua, algo que hoy está ausente de nuestras políticas públicas”.
Desde 2004, Rodrigo Sanhueza se ha desempeñado en la DGA ocupando diversos cargos en las regiones del Biobío y O´Higgins, donde ejerció como director regional de Aguas entre el 2014 y 2018. Al momento de su nombramiento, se desempeñaba como agente nacional de expedientes del Departamento de Administración de Recursos Hídricos de la DGA.
Los pasos que vienen en la DGA
Sanhueza, que fue elegido por el sistema de Alta Dirección Pública, explicó que tiene varios desafíos para cumplir con la ruta trazada por el ministro. En este sentido, destacó que el nuevo Código de Aguas empuja a la DGA a conversar con otros ministerios como el de Medioambiente y Agricultura, no solo para coordinar las tareas afines, sino también coordinarse con aquellas carteras que ejecutan obras.
Esa coordinación también se requiere con otras direcciones del Ministerio de Obras Públicas, como la Dirección de Obras Hidráulicas, que es la unidad encargada de los temas de saneamiento de agua rural y abastecimiento de agua potable. “El nuevo Código de Aguas abre una oportunidad muy importante para que los servicios de saneamiento rural también presenten sus requerimientos. Esto tiene que ser un trabajo colaborativo, tanto con la gente de la DOH como con las personas que están en el territorio y acá las regiones adquieren un rol fundamental”, explicó el nuevo director.
Sanhueza indicó además que otro de los grandes desafíos será la correcta ejecución del presupuesto: “Históricamente la DGA ha tenido un presupuesto bastante acotado, pero este año son 38 mil millones que tenemos el desafío de poder ejecutar. A través de nuestras direcciones regionales y a nivel central, estamos trabajando para poder seguir avanzando en presupuestos mayores”, manifestó.
Esto, indica Sanhueza, es fundamental ya que el Código de Aguas impone tareas a la DGA que no se podrán cumplir si no se cuenta con los recursos para este objetivo. “Tenemos que ejecutar lo que hoy se nos entregó y seguir creciendo. Esa es la única forma que las letras del Código de Aguas se hagan realidad en los territorios”, detalló.